viernes, 30 de septiembre de 2011
¿DEBE UN GOBIERNO ENTRANTE CAMBIAR POR CAMBIAR?
miércoles, 28 de septiembre de 2011
LA EDUCACIÓN, FUERA DE LOS RECORTES
miércoles, 14 de septiembre de 2011
La Crisis de los Gallinas
lunes, 12 de septiembre de 2011
Frustrados y encabronados
miércoles, 7 de septiembre de 2011
La crisis "Tsunami"
jueves, 1 de septiembre de 2011
Vacío gubernamental
No sé si es paranoia mía, o es una sensación compartida, de que aquí no gobierna nadie desde hace unos cuantos meses, por no decir 3 años ya.
Las alarmas empezaron a saltar cuando gente de prestigio como Solbes o Fernández de la Vega abandonaron este barco a la deriva que parece España. Algo muy claro debían atisbar para huir de la quema a tiempo antes de perecer en esta singladura.
Las medidas adoptadas parecían tan precipitadas como desacertadas, pero al menos eran propias, propias de alguien con pocas luces financieras, pero autóctonas. Ahora ya nos ordenan y nosotros obedecemos a la voz de ¡Deustchland, Deustchaland über alles!
Resulta gracioso que la única voz clarividente en todo este tiempo ha sido la del Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, hermano de otro gran ministro de Exteriores inolvidable, pero su autoridad moral ha sido ninguneada y silenciada por el egregio ZP.
Las directrices de la máxima autoridad monetaria de este país fueron elevadas a capítulo hace tiempo, pero Moncloa negó como el apóstol hasta tres veces, por considerarlas antielectoralistas y contrarias a la política socialista. Hasta que llegó la UE y ya no hubo réplica: “¡Sí, buana!”
A ello unimos que el PP ya campa por sus respectos como futuros amos del cortijo, con todos los capataces empresariales y bancarios esperando a los nuevos señores.
De esta manera tenemos el vacío gubernamental de unos que no mandan nada por desidia e incapacidad, amén de la irresponsable bicefalia, y otros que no pueden por no tener aún la vara de mando, que ya huele a látigo abrasador.
Pero la nave sigue a la deriva. Tiene tantas fugas que para cuando lleguen los Populares lo que se van a encontrar es a una multitud de naúfragos flotando sobre la procelosas aguas de la crisis, entre otras cosas porque también han contribuido con sus torpedos a la línea de flotación del país.
Ojalá de aquí al 20N apareciese una nueva fuerza política alternativa capaz de aunar las voluntades de los españoles para desalojar de una vez por todas a estos “marineros de agua dulce” de Génova y Ferraz, y de paso llevarse por delante a más de un grumete sindical que nada ha hecho por evitarlo.
Las pymes como motor de arranque
Algunos primero negaron su existencia, luego otros se enzarzaron en determinar su origen, algunos en echar balones fuera, otros en exonerar a sus compatriotas, otros en negar su factor globalizante a fin de rascar votos y desalojar a sus ocupantes...
Este túnel se hace muy largo y nadie nos predijo que se iba a prolongar. Creímos que sería pasajero, como cuando te quedas atrapado en un emplazamiento por causas de fuerza mayor, como temporales, tiroteos, fuegos, etc., y a muchos les ha pillado con las reservas justas si no agotadas.
Puestos a buscar soluciones, me he dirigido al potente buscador Google para documentarme acerca de la relevancia que tienen las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en la generación de empleo, primer y necesario motor para arrancar y salir del túnel.
Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de 2006, el 89% del total del empleo creado en España lo generaron las empresas con menos de 20 empleados, ratio similar al de Portugal (89,4%) y Francia (89,2%).
Sin embargo, del 100% de sociedades fundadas en ese año, tan sólo 54% se incorporaron al mercado en 2010, es decir, se produjo una reducción del 46%. Este guarismo tampoco es muy orientativo, porque en Italia, que no está mejor, apenas se redujo el mismo concepto un 2%.
No soy ningún gurú de la economía ni de las finanzas, y los que valoro como tales tampoco es que convenzan mucho a la generalidad, pero la expresión “las pymes como generadoras de empleo” tiene un total de 635.000 entradas en la web del potente buscador. ¡Algo querrá decir, digo yo!
Cuando hablamos de Globalización debemos desilusionarnos de una vez por todas, porque hemos comprobado que sus efectos positivos los disfrutan unos pocos elegidos, pero los nocivos se reparten discrecionalmente.
Solo las grandes multinacionales y los poderosos bancos han repartido sus pingües beneficios entre sus Consejos de Administración, pero nos han hecho culpables de sus males a la colectividad.
Veamos pues, si el 89% del empleo en 2006 lo generaban las PYMES significa que solo un 11% se reparte entre la Administración y las grandes corporaciones. Como la primera está en franco retroceso por ajustes locoregionales y las segundas recortan empleados para redondear sus cifras, entonces debemos volver la vista a las PYMES.
El cierre del grifo del crédito las ha estrangulado, las ha asfixiado, las ha ahogado hasta la muerte. Esas PYMES no han estado expuestas a la volatilidad ni al riesgo creciente de las potentes empresas mundiales, y sin embargo han visto cerrar su línea de crédito por mor de los bancos.
Así el flujo constante entre PYMES se ha cerrado y ha dejado entrampados a millares de empleados y empresarios que no pueden seguir porque se ha cortado su normal circulación.
Quizá problemas globales requieran soluciones globales, pero tal vez soluciones locales puedan devolvernos a una estela de crecimiento, y abrir el grifo del crédito a las PYMES parece a todas luces una respuesta urgente y precisa.
Solo la coerción gubernativa sobre las entidades crediticias puede reabrir una comunicación fluida de los capitales y devolver progresivamente la circulación a la compleja estructura laboral ¡Otra cosa es que les aprieten las tuercas!